domingo, 30 de noviembre de 2008

Ya no me siento amargada, porque sé que lo que tuvimos era puro.
Y si en el futuro lejano nos vemos en nuestras vidas nuevas, te sonreiré con alegría y recordaré el tiempo que pasamos aprendiendo uno del otro y con el amor creciendo.
El mejor tipo de amor es el que despierta al alma y nos hace procurarlo más, que nos enciende un fuego en nuestros corazones y nos tranquiliza la mente.
Eso es lo que me has dado. Eso es lo que yo esperaba darte para siempre.

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